Un ser humano es una parte del todo, que nosotros llamamos “Universo”, una parte limitada en el tiempo y espacio. Él se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto, una clase de falsa ilusión óptica de su conciencia. Esta falsa ilusión es una clase de prisión para nosotros, restringiéndonos a nuestros deseos personales y al afecto hacia a algunas pocas personas muy cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos a nosotros mismos de esta prisión, ensanchando nuestro círculo de compasión para abrazar a todas las criaturas vivas y a toda la naturaleza en su belleza. Nadie puede alcanzar esto totalmente, pero esforzarse para tal logro es en sí mismo una parte de la liberación y una base para la seguridad interna.―Albert Einstein
Si aceptamos la visión de que el cielo no es un lugar sino un estado de conciencia, podemos poner nuestro énfasis en la concienciación — expandiendo nuestra conciencia— en vez de en la búsqueda del cielo. Haciendo el trabajo interno y aprendiendo cómo expresar las seis virtudes en nuestra vida para beneficio de todos, descubrimos que aumenta nuestro sentido de interconexión de uno con el otro, y percibimos la totalidad y unidad de lo que anteriormente parecía que era separación y aislamiento.
El hábito de mirar el exterior a través de los ojos de la separación es cambiado mediante el uso de la práctica cuándo-cuál-cómo, porque la fuerza de su firma está alineando al individuo con un sentido de servicio a la humanidad — no porque la humanidad esté averiada o sufriendo miserablemente— sino porque aviva la percepción natural que tenemos de nuestra intrínseca interconexión de uno con el otro, que sentimos dentro de nuestros corazones.
Una de las verdades perennes que los psicólogos han descubierto es que el mejor determinante de la felicidad es el grado en el cual una persona tiene relaciones significativas. Las relaciones que son verdaderamente significativas tienen una base de madurez emocional que impregna autenticidad a la relación, por medio de asistir a otros a fluir a través de la densidad de los encuentros cotidianos con mayor facilidad y comprensión. Esto va más allá de la confianza. Tú puedes confiar en alguien que sea honesto, pero eso no necesariamente significa que la relación sea significativa y auténtica, en servicio a un bien más grande.
Hay una historia en la teoría del caos de que acciones infinitesimalmente pequeñas pueden eventualmente causar cambios importantes (es decir, el aleteo de la mariposa en última instancia causa huracanes en el otro lado del globo). Esta historia es una buena metáfora para la comunicación inteligente que ocurre desde las partículas más pequeñas de la existencia, esparciéndose a escalas galácticas. Hay una vasta interconexión, no sólo entre los humanos sino entre todas las partículas de la existencia. Y esta interconexión es inteligente, comunicativa, y es parte de una Fuerza Diseñadora en la cual todos existimos.
Coherencia Emocional
La música es sonido coherente donde el ritmo, la melodía, el tiempo y la armonía se unen para producir su coherencia; sin esas fuerzas imponentes, nosotros vivimos en un campo aleatorio de ruidos. De modo similar, las seis virtudes del corazón toman la energía emocional con la que todos estamos impregnados e imponen coherencia, y en esta coherencia nuestra energía emocional se transforma de ser una “radiación de ruido” a ser una fuerza curativa, dirigida y transformativa.
Imagina que estás en el océano y estás mirando una hermosa puesta de sol. La luz irradia colores llamativos de rosa, naranja y rojo, brillando en el agua turquesa. El aire por sí mismo parece contener este campo de color radiante en una danza algo suspendida, en cámara lenta. Ahora, desde una perspectiva científica, la luz es incoherente. A pesar de sus colores espectaculares, los protones de luz no están alineados, sino desplegados en toda dirección imaginable. A fin de contraste, imaginemos que esta misma luz de alguna manera fue hecha coherente como un rayo láser de luz, de modo que todas las partículas o fotones luz viajaran en la misma dirección, en idéntica longitud de onda. La luz ahora se transforma en una nueva funcionalidad, una que ahora se puede utilizar para aplicaciones quirúrgicas, o para medir la distancia entre la Tierra y la Luna con exactitud nunca-antes-imaginada— por mencionar sólo dos ejemplos.
Estos diversos aspectos de la luz son buenas metáforas para entender cómo se aplican a las emociones. Las emociones cuando son incoherentes irradian en todas direcciones, como energía, creando una impresión dentro del espacio o del campo de nuestros sentidos. Esta impresión es a veces hermosa, como una puesta del sol resplandeciendo cuando las emociones son suaves y ligeras, y a veces está más relacionada con una tormenta furiosa, cuando hay cólera o depresión. Si nuestra energía emocional puede ser alineada en coherencia, puede ser transformada a una funcionalidad más alta como el láser y su gama va muy bien más allá de la gama de nuestros sentidos, puede verdaderamente tocar los bordes externos de nuestro mundo o ahondar profundamente en los reinos internos del alma.
La coherencia es la piedra angular de la práctica cuándo-cuál-cómo, siendo que la expresión de las seis virtudes del corazón crea coherencia y la capacidad presente de irradiar tu energía emocional a los blancos seleccionados dondequiera, y en cualquier momento. Este es el alcance del alma —al corazón, a la mente, al corazón, a la emanación— y en este ciclo, la energía emocional se convierte en el ingrediente conectivo que integra al individuo con la comunidad de la humanidad e incluso, más en general, con todas las formas de vida.
Hay una creciente comprensión de que el ser humano es parte de una vasta ecología de energía que incluye al Sol y a los planetas dentro de nuestro sistema solar, y quizá incluso más allá. Nuestro sol genera clima espacial que interactúa con el campo geomagnético de la Tierra y crea influencias profundas en nuestro clima, humor, equilibrio químico e incluso en los sentidos finamente sintonizados de nuestra intuición y capacidades psíquicas. No es arriesgado decir que el Sol —alejado 150 millones de kilómetros— influye en nuestros centros primarios del corazón y cerebro de maneras asombrosamente vigorosas.
El Campo Energético Colectivo Humano
La investigación de Halberg, Persinger, Braud y docenas de otros ha demostrado que el campo geomagnético del Sol afecta el campo geomagnético de la Tierra, el cual afecta nuestro campo electromagnético personal, incluyendo nuestros ritmos críticos del corazón y del cerebro. En un futuro próximo esto se mostrará como una calle de dos vías. Es decir, los humanos, en un nivel colectivo —energéticamente a través de su radiación emocional— pueden influir en la Tierra y en nuestro más extenso sistema solar.
Citaré un ejemplo como evidencia de esta interacción. NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica - National Oceanic & Atmospheric Administration), con la finalidad de estudiar y prepararse para las anomalías importantes del clima como huracanes, tiene varios satélites geosincrónicos que supervisan una variedad de influencias del clima, incluyendo las fluctuaciones geomagnéticas de la Tierra. Dos de sus satélites en 2001, GOES 8 y 10, orbitando geosincrónicamente en lados opuestos de la Tierra, produjeron una sugestiva vista de cómo los energéticos colectivos humanos pueden influir en el campo geomagnético de la Tierra.
Como el gráfico siguiente muestra, estos dos satélites, orbitando en lados opuestos sobre el Ecuador de la Tierra a una altitud de 35 000 kilómetros, detectaron un pico significativo en el flujo geomagnético de la Tierra cuando el evento del 11 de septiembre de 2001 comenzó y un creciente nivel de incoherencia o flujo continuado se desarrolló cinco días después del acontecimiento.
No estoy intentando postular una teoría científica, meramente, si lo deseas, sigo esta progresión lógica. Los seres humanos emanan un campo electromagnético —el corazón que es su fuente más poderosa, irradiando hacia fuera un patrón toroidal, fluyendo constantemente a 2.5-4.5 metros desde el cuerpo. Este patrón energético cambia de forma constantemente al pensar diversos pensamientos y sentir diversas sensaciones. Los sentimientos de nuestro corazón tienen el efecto más grande en el patrón firma de nuestro campo electromagnético.
Cuando ocurre un acontecimiento tan dramático como el incidente del 11 de septiembre de 2001, se afecta el campo electromagnético humano colectivo más profundamente que lo usual, porque afecta a un porcentaje mucho más grande de la población total en el nivel emocional. Para ayudarte a visualizar esto, imagina una niebla de luz que rodea todo el planeta, representando el Campo Energético del Colectivo Humano (CECH). Es una cuestión de cocientes; como individuos, mientras agreguemos más ingredientes de estrés, miedo e incertidumbre, más incoherente e inestable se vuelve el CECH, lo que a su vez es detectado instantáneamente por la Tierra y es procesado en su propio campo geomagnético.
Es decir, los planetas y las estrellas nos afectan y nosotros, a la vez, los afectamos. Esta es la interconexión de la consciencia en el nivel de la energía, o campos entretejidos de energía que resuenan, se enredan e informan. Es como una sinfonía de sonidos y ondas de luz que emanan del CECH, interactuando con la sinfonía de sonido y ondas de luz emanando del Campo Geomagnético de la Tierra (CGT). Los dos —el CECH y el CGT— danzan juntos en un intercambio energético recíproco, y es por esta razón que lo que sucede con el CECH puede facilitar u obstaculizar la capacidad de la Tierra para cambiar y desarrollarse con gracia.
Permite que haga este punto más práctico. Hemos visto la idea-virus del calentamiento global difundirse a través de las noticias y entrar a nuestras escuelas, gobiernos, negocios e incluso a los cuarteles religiosos. El mundo parece listo para hacer los cambios que son del mejor interés para nuestro planeta, simbólicos del papel de la humanidad como guardián de la Tierra. La humanidad es consciente de cómo su insensibilidad ecológica ha creado condiciones nefastas en el planeta; condiciones que, desenfrenadas, pueden crear catástrofes enormes en el clima, la geología y los cambios sociales. Así pues, nosotros tenemos motivación y conocimiento, pero ¿estamos de acuerdo en los planes de acción y el compromiso interno de implementarlos?
¿Qué facilitará la transformación de este conocimiento y hechos para ponerse de acuerdo sobre un plan de acción y sobre un compromiso para su implementación? Si podemos ser cada vez más conscientes de que la humanidad y la Tierra danzan juntas en los lúcidos reinos de la expansión evolutiva, que hay una interconexión y que esta interconexión es mutuamente sensible y fortificante, quizá entonces giraremos la llave. Cuando consideremos como vital el CECH para nuestro bienestar y claridad de nuestra conexión con la Tierra no sólo giraremos la llave, abriremos la puerta y caminaremos por ella hacia la dimensión siguiente… juntos.
Informando al CECH
Me doy cuenta de que estos conceptos son muy amplios y profundos, casi tanto que parece que no tienen relación con nuestra vida personal, pero si los examinas cuidadosamente, verás cómo traen un nuevo significado a tu vida. Si consideras que estás emitiendo un campo de energía a través de tu existencia, sin importar en lo que tú creas que consiste tu existencia en términos tiempo-espacio, la única cosa de la cual puedes ser completamente responsable es de tu campo-firma que irradias al CECH. Cada ser humano, cada forma de vida realmente contribuye al conjunto de esta manera, aunque con intensidades y efectos diversos.
Este es el por qué es muy importante entender las percepciones más profundas de interconexión, y elevar tu comprensión de cómo te interconectas personalmente con la totalidad de la vida. Es una cuestión de tomar responsabilidad por la energía emocional y mental entrelazada dentro de tu campo electromagnético (energético) y contribuir con una presencia de vida al CECH y, por asociación, a la Tierra misma.
Cada uno de nosotros tiene una huella dactilar emocional dinámica y siempre cambiante que dejamos en el CECH, y sus efectos pueden perdurar a través del tiempo y el espacio. Para mantener un tema complejo relativamente simple y franco, pintaré las diferencias con solamente unos pocos colores, aunque ten en mente que el rango es casi innumerable en sus variaciones. Según lo representado en el diagrama de abajo, la Figura A muestra que el Campo Energético Humano Individual (CEHI) informa y contribuye al CECH, y que el CECH está compuesto de miles de aspectos (colores), cada uno expresando un punto en el objeto de forma diamantada representado en la Figura B. Estoy utilizando el término viral de dos maneras distintas: En el lado izquierdo del diamante, en su eje (estable) horizontal, hay un efecto negativo viral; en el lado derecho es positivo. Los términos negativo y positivo se refieren al CEHI y a la naturaleza cualitativa de su contribución al CECH. El término viral indica el grado de la capacidad que tiene un CEHI para influenciar otras contribuciones de CEHI para que se asemejen a él simplemente por medio de la exposición al CEHI viral.
Por ejemplo, un solo CEHI positivo viral será más potente que 1 000 CEHIs benignos. Por tanto, los individuos que funcionan en un estado positivo viral o negativo estable tienen una influencia significativa y desproporcionada en el CECH. La mayoría de la gente funciona en o cerca del eje vertical (dinámico), donde fluctúan entre los polos CEHI negativo y positivo, enrollando su camino en un patrón como serpiente entre el positivo y el negativo. Al hacer eso, su contribución del CEHI tiende a carecer de fuerza, aunque debido a las puras cantidades en este rango, ellos colectivamente establecen los valores normativos.
Detectando el CECH
La lección clave en esto es darse cuenta de que del mismo modo que el campo geomagnético de la Tierra detecta el CECH, así lo hacemos como individuos, aun cuando no pudiéramos estar conscientes o no entendamos cómo es posible. Hay también una atracción magnética que desempeña un papel influyente aquí. Cuando nuestro CEHI evoluciona a un estado positivo viral más estable, nosotros detectamos las influencias virales de aquellas contribuciones de los CEHI de las más poderosas fuentes positivas virales y, por consiguiente, ellas nos influencian en nuestros comportamientos y actitudes.
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El Diagrama, la Figura B, se discute en mayor detalle en el Apéndice B. |
Para la mayor parte de nosotros esto sucede debajo de nuestro “radar” consciente. Si examinas el diagrama de la Figura B y evalúas en dónde crees que está posicionado tu CEHI en cualquier día dado, considera cómo puedes evolucionarlo hasta el Estado Más Deseado (pequeño triángulo verde). La práctica cuándo-cuál-cómo es un acelerador que te moverá en esa dirección, o te ayudará a permanecer allí.
Sé que este tema es complicado y, desde mi perspectiva, no es fácil explicarlo con palabras o diagramas estáticos, de dos dimensiones. Te pediría que fueras paciente y que perseveraras en tu entendimiento, si te sientes inseguro de los significados más profundos en esta sección relacionada con la interconexión. Estos son elementos importantes en tu incentivo e intención concerniente al despliegue de tu propósito y capacidad para practicar las seis virtudes del corazón.
Recuerda que la interconexión está acompañada por interacción y resonancia emocional. Aunque hay algunas personas que minimicen la importancia de si esa interacción y resonancia están ancladas en virtudes positivas o negativas, hay una diferencia de enorme trascendencia entre los dos polos —para ti como individuo, para el colectivo de la humanidad y para la Tierra en sí misma. En cierto nivel, no hay positivo o negativo en el sentido de bueno y malo, pero importa mucho en las dimensiones de tiempo-espacio y de la estructura prevaleciente de evolución y ascensión de la conciencia.
La práctica cuándo-cuál-cómo es como un dispositivo orientador que te ayuda a navegar hacia el lugar positivo viral estable, que hace posible que tu propósito verdaderamente irradie y tenga impacto dentro de este mundo en este tiempo. El glamour asociado a esta práctica es muy pequeño, pues no deja vestigio histórico en el contexto de una herencia material. En el caso de la práctica cuándo-cuál-cómo y la posición positiva viral, son en gran parte invisibles porque no se componen de cosas materiales sino que, por el contrario, es una transmisión energética. Su fuerza es energía emocional alineada con los comportamientos específicos que se expresan en nuestras palabras y acciones. No puedes embotellar esto en cosas materiales a menos que, para propósitos puramente artísticos, desees transportar su esencia misteriosa para que otros la reconozcan.
Si deseas lograr la auto-maestría emocional y contribuir al CECH de una manera que acelere su evolución elegante y naturalmente, entonces vivir desde el corazón es un sendero excelente para caminar. He sugerido muchas veces que la paciencia tiene una función porque el sendero no es fácil y tiene muchas, muchas capas de matiz y sutileza, pero si tu propósito te ha evadido o temes que su tardanza sea interminable, este sendero y las prácticas descritas en su interior te guiarán para que reclames tu propósito y vivas una vida significativa.