Samanta había experimentado esto solo una vez antes y ahora le causaba problemas porque estaba en circunstancias similares. Conocía el objeto, la localización, y los objetivos de la búsqueda. Conscientemente, sería difícil soltar su conocimiento y simplemente ver y escuchar las imágenes que recibía ella durante la sesión de Visión Remota. Las imágenes son muy delicadas y frágiles. Requieren de absorción completa. De lo contrario, se disipan antes de que se puedan entender y hacer sensibles por Reproducción.
Al último segundo, cambió su objetivo de misión de localizar a Neruda a localizar la base del artefacto.
Rápidamente, empezó a ver una imagen surgiendo en la pantalla de su mente. Su jefe se refería a este fenómeno como Mierda Estática porque la Concha Cerebral, cuando se encendía por primera vez, a menudo producía una imagen por si misma en el operario de OR. Tenía algo que ver con su campo eléctrico y su proximidad con la corteza visual. Esta imagen era diferente a todo lo que ella había visto antes.
Se formaron tres formas nebulosas que parecían rectángulos verdes flotando en una luz café grisácea. Como reflejo, el ojo de su mente se entrecerró hacia las formas difusas, esperando poder resolver la forma y propósito, pero nada de lo que hizo tuvo efecto. Tenían un ligero parecido a puertas, aunque no intuyó que ese era su propósito.
Los rectángulos, suspendidos en el espacio, empezaron a girar –cada uno en diferentes direcciones. El primero permaneció vertical, girando en sentido opuesto a las manecillas; el segundo rotaba longitudinalmente, como un molino de viento; y el tercero giró en sentido de las manecillas en plano vertical. Sin preocupación se percató que el artefacto estaba zumbando y que estaba conectado a la imagen -el movimiento– que ella vio.
Decidió probar la hipótesis de la puerta y se acercó a los objetos. Cuando se acercó, se detuvieron y el zumbido cesó. Pensó en parar la sesión, pero había algo en la manera en que estas formas rectangulares le llamaron la atención. Había una presencia, un poder que exudaban, con el que ella nunca antes se había encontrado. Parecía natural y no natural a la vez y fue esta paradoja lo que la atrajo.
Samanta alcanzó a tocar el objeto de en medio y cuando lo hizo, cambió de forma. Empezó a tomar características humanas masculinas, de edad, alto, barbado, con apariencia de un hechicero, con ojos que se clavaron en los suyos con tal intensidad que ella solo pudo apartarse. “No nos temas,” una voz llenó su ser, reverberando por dentro. Fue como si a cada célula de su cuerpo le hubieran crecido oídos.
“Somos lo que buscas, lo que siempre has buscado,” continuó la voz. Era autoritaria y sin embargo, gentil. “Estás siendo guiada en este preciso momento a encontrar lo que te hemos dejado. Ya está dentro de tu alcance y cuando veas que tus dedos lo toquen, ciérralos bien sin dudar. Sin miedo. Te decimos que es el único camino. La única forma.”
Las palabras dieron paso al silencio. Samanta miró de nuevo al ser que estaba ante ella. Se había regresado a la forma de rectángulo. Flotando como una puerta verde y sin rasgos distintivos.
Ella habló por puro instinto. “¿Qué hay dentro de nuestro alcance?”
“El camino hacia nuestro mundo”, contestó la voz.
“¿Su mundo?” dijo ella sin pensar.
“Solo encontrarás nuestro mundo si procedes sin miedo. Es la única barrera impenetrable hacia nuestro mundo.”
“¿Por qué quieren que encontremos su mundo?” preguntó Samanta, percatada de que su voz sonó perpleja.
“Hemos estado dentro de tu especie desde su creación en este planeta que ustedes llaman Tierra. Estamos codificados dentro de su ADN, codificados dentro de las estructuras invisibles que rodean y soportan su ADN. Nuestro mundo está tanto dentro de ustedes y más lejano que lo que tu mente puede comprender. Ustedes encontrarán nuestro mundo porque necesitan nuestra ayuda para despertar una parte de su naturaleza que está escondida a la vista, detrás de los lenguajes de su mundo.”
“¿Escondida? ¿En qué sentido?” preguntó Samanta.
La superficie del rectángulo del centro se llenó con una imagen de la Tierra, rodeada de un enrejado de filamentos luminosos. Era como si una película en tercera dimensión se proyectara en su superficie. “Tu planeta es del interés de una especie extraterrestre de la que ustedes no tienen conocimiento en este momento. Es una especie más avanzada y mas peligrosa que lo que puede imaginar el ciudadano promedio de tu mundo. Si la raza humana está destinada ser la administradora de esta librería genética llamada Tierra, la cual cultivamos y exportamos cuidadosamente para esta galaxia, entonces necesitará defenderse de esta raza depredadora.”
La imagen de la Tierra se alargó como si una cámara hiciera un acercamiento lentamente a la diminuta esfera, flotando en la inmensidad de un espacio teñido de negro. Samanta empezó a notar varias luces vibrantes que parecían marcar lugares estratégicos en el planeta. Sus ojos se centraron en el área general de Nuevo México, donde vio una marca de señalación.
“Lo desconocido para ustedes,” continuó la voz, “es que su planeta es parte de un universo interconectado que opera en un caos ordenado por fuera de las construcciones, instrumentos, tecnologías e inventos de sus científicos. Hay algo por debajo de la partícula y la onda, debajo del subconsciente, debajo de la resonancia espiritual de los grandes maestros de la Tierra y este Lenguaje de Unidad permanece oculto para ustedes. Está codificado en su ADN. Nosotros lo hicimos. Y nosotros colocamos los activadores dentro de su ADN que despierta su habilidad de sobrevivir un cambio en su maquillaje genético.”
“¿Por qué? ¿Por qué necesitamos hacer un cambio genético?” ella no podía contener su escepticismo, pero mientras hablaba, podía sentir que el temor empezaba a surgir. Con lo que fuera que ella estaba interactuando, era desconocido y sabía que era una locura confiar en algo o alguien en una sesión de OR autodirigida.
“Pronto lo descubrirás,” contestó la voz. “Después de este encuentro, sentirás una nueva confianza en tus poderes de investigación. Este es el elemento que te mantendrá en estado de duda y miedo que te confrontarán en las próximas semanas. En un nivel que nunca has visto, eres una entidad holográfica que está entrelazada completamente a todas las cosas, y cuando tocas este sentimiento, despiertas una frecuencia de tu conciencia que te guiará a nuestro mundo. No tienes motivo para creernos, sin embargo sabes que nuestras palabras no tienen otro propósito que despertar una parte de ustedes, dormida por mucho tiempo. Somos los WingMakers. Te dejamos en la Luz que es Única.”
Los rectángulos se desvanecieron en una luz verde-dorada que llenó completamente su visión. El sonido de la voz distante de Andrews rompió su concentración y recobró su compostura humana, débilmente consciente de que había perdido contacto con la fuerza mas asombrosa que había visto en su vida.