UN ÚNICO SER

Fragmento del libro The Dohrman Prophecy , de James Mahu

[...]

"La profecía... ¿Realmente ha comenzado?", preguntó Simon.

El Oráculo echó su largo cabello negro hacia atrás y asintió. "Realmente no hay un comienzo; es como el reloj de arena que se ha vaciado, ha llegado la hora de girarlo y de comenzar de nuevo."

Maia reaccionó. "No entiendo una palabra de lo que se está diciendo. ¿Puede explicar por favor qué está pasando?"

[...]

"El Oráculo de Dohrman se está transformando. Fue el Oráculo quien, en mi tercera entrevista, expresó la profecía que se ha conocido como la Profecía de Dohrman. En la misma el Oráculo profetizó que la Tierra y todos sus habitantes experimentarían un gran cambio de conciencia en un futuro cercano. El oráculo dijo que esta transformación sería tan profunda que la humanidad se levantaría al unísono y reestructuraría la religión, el gobierno, la educación y el comercio".

"¿Y cómo sería esta reforma?" preguntó Joseph. "Las Iglesias, los reyes y los comerciantes no entregan su poder al pueblo. El poder es lo único que les interesa."

"En primer lugar", sugirió Simon, borra todo lo que te han enseñado, y luego, suponiendo que puedas soltar lo viejo, lo cual es la única forma de dejar sitio para lo nuevo, renuncia. Renuncia a tu ego, a tus esperanzas y a tus sueños, a tus expectativas, a tus valoraciones de lo correcto y lo incorrecto, a tus juicios sobre quién eres y por qué estás aquí, a todo. Todo!

"Si fueras un libro con diez mil páginas de palabras y fórmulas matemáticas, te convertirías en un papel que no está escrito. Sin líneas, sin marcas de ningún tipo. Eres nueva, inmaculada para el mundo que te rodea. En este estado, estás presente como un ser instintivo con un corazón abierto y poco más."

"Esto es lo que está llegando".

El Oráculo miró a Joseph y vió que seguía confundido. "Lo que dice Simon es cierto. Esto está ocurriendo en todos los rincones de la tierra, líderes religiosos, funcionarios del gobierno, poderosos comerciantes, la misma Tierra; no hay nada que no haya sido tocado o no haya sido afectado".

- "¿Y esto sucederá pronto?" -preguntó Maia.

"Son diez mil años de preparación", respondió el Oráculo. "Pero así como una avalancha cae de un solo copo de nieve, o de un temblor de viento, así será este cambio, ocurrirá rápidamente para la mayoría de la gente, las cuales no se darán cuenta de su silenciosa aproximación. La razón es que se ha ido acumulando en la dimensión de frecuencia más allá de sus cinco sentidos.

"Vuestros místicos han visto esto, y algunos han escrito sobre ello. Lo predije de inmediato cuando Simon me lo pidió por primera vez, y mi visión se convirtió en la Profecía de Dohrman, y esta profecía se ha convertido en propiedad exclusiva de la Iglesia, conocida por apenas un puñado de la minoria selecta de sacerdotes".

"Y por tanto esta avalancha pronto caerá, ¿es eso lo que nos estás diciendo?" -preguntó Joseph. "¿El cambio va a arrasar nuestro planeta y derribar la base de poder? ¿Por qué? ¿Debido a las nuevas frecuencias que no podemos ver o sentir? Parece un poco exagerado cuando tantas personas están tratando de sobrevivir... para encontrar comida y agua."

Simon, todavía de pie, se acercó a Joseph. 

-"Levántate."

Joseph obedeció con cierta reticencia.

-"Pégame tan fuerte como puedas" -ordenó Simon.

-"Lo siento pero no voy a hacer eso", respondió Joseph.

-"No puedes hacerme daño, intenta golpearme tan fuerte como puedas. ¡Hazlo!"

Joseph miró a Maia quien simplemente se encogió de hombros con expresión de incomodidad. Ambos se sentían como si hubieran entrado en un mundo diferente con nuevos seres y nuevas reglas.

Joseph sacudió la cabeza. "Yo... no puedo hacerlo."

"Ves," dijo Simon, "tienes el poder de golpearme, y aun así, no lo haces. Incluso cuando te invito a hacerme daño, tú resistes. Controlas tu poder. Este autocontrol está compuesto de hebras de humildad, de no violencia, de compasión y de autoconservación. Estas hebras siempre han constituido al ser humano individual y virtualmente a todos los habitantes de la tierra, pero no han constituido la base de las instituciones ni, en su mayor parte, del tejido social.

"Lo que el individuo puede hacer, la sociedad apenas puede imaginar. Cada uno de nosotros es un insignificante decimal de la existencia, un débil reflejo del universo, y sin embargo, comandamos una presencia única, totalmente particular y compuesta de las mismas hebras del Espíritu que se entrelazan entre sí - con toda vida - y es en esta mágica conexión que nos alzamos como un Único Ser. Este Único Ser es lo que sentiste en mí, y es por eso que no seguiste mi orden de golpearme."

Joseph sonrió tímidamente. -"Pensé que era porque tenías trescientos años."

Simon colocó sus manos sobre los hombros de Joseph y suavemente lo hizo sentar sobre la piedra. 

"Me preguntaste por qué los poderes institucionales entregarían su poder a la gente, y yo estoy tratando de explicar que a medida que el Único Ser se ancle más en la humanidad y la comunicación de este Único Ser sea más coherente -más expresiva en su naturaleza más profunda- las instituciones no tendrán otra opción que escuchar porque el poder del Único Ser será apoyado, renovado, potenciado y fortalecido por la Presencia del Creador dentro de todos nosotros".

-¿Entonces el Creador se sentirá más intensamente dentro de nosotros? -preguntó Maia.

Simon tomó una pequeña rama de árbol que había caído al suelo y empezó a moverla de un lado a otro. 

"¿Ves esta rama de este inmenso árbol? Ahora está en mi mano, bajo mi poder... Cuando la sujeto, queda claro su naturaleza, hasta su origen. Pero cuando la muevo hacia adelante y hacia atrás con mayor fuerza, todo casi desaparece. Tu ojo-cerebro no puede verla."

Regresó la rama al suelo de agujas de pino y musgo. 

"La velocidad de la vibración, o el índice de la frecuencia, está aumentando con cada momento que pasa. Cada partícula en tu cuerpo se está acelerando, y tal como hice desaparecer la rama del árbol, sacudiéndola hacia delante y hacia atrás, nuestros cuerpos y mentes están siendo acelerados a medida que la Presencia de nuestro Creador satura la esfera de la tierra.

"Nosotros, como habitantes de la tierra, estamos siendo llevados a una nueva realidad espacial mientras montamos nuestro cohete a través del universo, y aunque la Presencia del Creador está en todas partes, la proporción de su presencia varía".

-"¿Qué quieres decir?"-preguntó Joseph.

"El espacio está lleno de energías, de galaxias, estrellas, planetas, lunas y diversos eventos cósmicos, así como de la Presencia del Creador. El espacio es cualquier cosa menos vacío, es el conductor de las energías y al igual que nuestra sangre circula oxígeno a nuestro cuerpo, el espacio circula las energías a los planetas como la tierra. Esta circulación no es casual o al azar, o una expresión del caos, no, es perfectamente inteligente.

"Sin embargo, la inteligencia es una expresión de porcentajes. La Presencia del Creador encuentra resistencia en ciertos corredores del espacio que están menos preparados para sus frecuencias más altas, y en estas áreas, dominan las energías de los elementales  -planetas, estrellas y galaxias. Ya que todo en el espacio-tiempo es dinámico, siempre cambiante, el porcentaje de la Presencia del Creador ante los elementales también está cambiando."

"Resulta que estamos en el espacio-tiempo mientras cambia el porcentaje... y esto significa que cada uno de nosotros respirará un porcentaje más alto de la Presencia del Creador".

El Oráculo leía a Maia y a Joseph mientras estos escuchaban. "Lo que Simon no os ha dicho, es que el Único Ser es la Presencia del Creador, y que el Creador no es una inteligencia abstracta recogida arriba en los cielos, sino que es, de hecho, la composición de la vida misma, ya sea que la vida esté encarnada en un estado físico o en un superior estado energético.

"Así como la luz blanca se puede dividir en una gama de colores, así es el Creador dividido en formas de vida, pero el prisma, en este caso, es el espacio-tiempo"...

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