(Axioma del templo de Delfos: Conócete a ti mismo)
Esta frase se suele representar con un signo de exclamación, lo que significa que es un comando, para conocerse a sí mismo; es una declaración simple, y una vez que la aceptas, vas a conocerte a ti mismo. Se trata de una antigua sabiduría establecida en las escuelas de misterio mucho antes de que Platón comenzara a usarlo como tema en sus escritos.
¿Qué quiere decir? ¿Cuál es el "a ti mismo"?
Esta es la pregunta que se cierne sobre esta expresión filosófica como un espejismo fantasmal. Todo el mundo entiende lo que es saber algo. Tú lo has experimentado, visto, interactuado con él, y tienes conocimiento de ello como resultado.
"Tú mismo" ... eso es un poco más difícil de precisar. Se ocupa de la elusiva conciencia, la parte de nosotros que está conectada a algo más vasto que incluso nuestra imaginación puede conjurar.
El caso de las mariposas.
¿Alguna vez has visto la obra de un Lepidopterista (coleccionista de mariposas), que haya colocado una mariposa dentro de una caja de cristal con fines de exhibición? La mariposa se exhibe generalmente con sus alas abiertas con el fin de mostrar su mejor color y la escala completa.
Recuerdo haber visto esto de niño cuando tenía unos cinco años de edad. Había cientos de mariposas en un museo en Barcelona. Eran notables por muchas razones, una de las cuales era la frecuencia con la que mantenían las alas abiertas mostrando características de un ojo o múltiples ojos. Los patrones estaban allí para disuadir a las aves rapaces -sobre todo- de pensar que eran insectos indefensos, frágiles.
Recuerdo haber pensado que una mariposa no podía ser tan difícil de atrapar, teniendo en cuenta que todas esas mariposas habían sido capturadas por los científicos, y yo había visto parte de esos científicos, y ninguno de ellos era particularmente atlético. Recuerdo haber estudiado esas mariposas, todas alineadas, clasificadas por categorías, muy precisas, como diminutas alfombras persas. Ese día tomé la decisión de tener unas pocas mías.
Te ahorraré los detalles, pasé la mayor parte de ese fin de semana tratando de atrapar las mariposas en un campo florecido sólo a tres cuadras de nuestra casa. El domingo por la noche, cuando la luz se desvaneció de la jornada, tenía una polilla conmigo. En sus alas aparecieron moretones en sus extremos, y su color era un cruce entre la canela y la arena pálida. No hay un patrón. No hubo, a mi pesar, nada extraordinario en ello -aparte del hecho de que ahora era mi cautivo.
Las mariposas fueron mucho más difíciles de detectar de lo que había imaginado. Parecían dóciles mientras miraban debajo de sus vitrinas de cristal en el museo, aunque eran increíblemente difíciles de alcanzar en la naturaleza. Y eso es realmente el punto, volviendo al axioma de "Conócete a ti mismo". Tú puedes fijar los conocimientos. Puedes incluso pensar que tú conoces parte del "ti mismo". Sin embargo, este axioma es más profundo que eso.
Al igual que las mariposas, en las vitrinas parecían tan cognoscibles, su presencia, su esencia, su color, forma, diseño, tamaño y así sucesivamente. El elemento que faltaba era la vida. Yo no podía conocer una mariposa examinándola en una caja, sin embargo, así es como a menudo nos movemos como individuos "auto-realizados". Creemos que sabemos de nosotros mismos. Nuestra personalidad-ego expuesta en la exhibición, con todos los rasgos humanos reconocibles, tamaño, forma, inteligencia, educación, carrera, color del pelo, ropa, y un centenar de otras características. Por desgracia, no es tan fácil.
Saber lo que no se puede saber es la paradoja.
Tales de Mileto, el primer filósofo griego, una vez le preguntaron: "¿Qué es lo más difícil de lograr?" Él respondió: "Conocerte a ti mismo." Cuando se le preguntó cuál era la cosa más fácil, él respondió: "Dar consejos."
Incluso los filósofos griegos venerados entendieron que el axioma de "Conócete a ti mismo!" es la tarea más difícil que un ser humano puede resolver. No es simplemente hacer un inventario de uno de nuestros rasgos únicos, personalidad, cualidades físicas, emocionales y mentales. Hay algo más fundamental ... difícil de alcanzar.
No se puede precisar y examinar la conciencia. No se puede "tomar" la misma. Usted puede encontrar una "polilla" o dos, pero estas son sombras del Yo. Como el poeta Rumi sugirió, "¿Quién soy yo, en medio de todas estas corrientes de pensamiento?"
No somos los pensadores de nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos surgen de muchas fuentes, algunas de las cuales no tienen nada que ver con nuestro Ser - la identidad pre-cuántica conocida como el Soberano Integral. Los pensamientos surgen del inconsciente, subconsciente, conciencia programada y combinaciones de los mismos. Pueden parecer ser nosotros, pero en realidad los pensamientos surgen como los artefactos y regurgitaciones de una programada realidad consensual.
Los estratos de las capas que forman el tí mismo.
¿Cuáles son las capas o dimensiones de las que estamos hechos? El siguiente diagrama intenta mostrar las capas de cebolla que comprenden cada uno de nosotros. Si tú estás en un cuerpo humano, posees cada una de estas capas, y todo el mundo tendrá un vínculo de identidad con una capa más fuerte o más débil que el otro. Nuestros vínculos con estas capas son, en parte, los que definen nuestra singularidad.
Si alguien ha formado un nexo particularmente fuerte de identidad con su Yo consciente, entonces probablemente se inclina a pensar en "a ti mismo" como la suma de sus éxitos y fracasos. Si tiene en cambio fuertes vínculos con su Yo Alma Humana, es más proclive a pensar en "a ti mismo" como una presencia espiritual sin forma que está aprendiendo y evolucionando para convertirse en un profesor o maestro. Si sus vínculos son más fuertes con el Yo físico, son más propensos a percibir "a ti mismo" como la fuerza que los impulsa a sobrevivir a las hostilidades del mundo que les rodea.
Nadie tiene un solo vínculo. Nadie posee todos los enlaces perfectamente simétricos de las ocho capas. Nadie ha fijado vínculos. Los vínculos están en proceso de cambio, operan situacionalmente, forman apegos que se reflejan en las capas en las que centran su atención.
Cuando veas el axioma de Conócete a ti mismo! considera que las capas son donde colocas el foco de atención. ¿Hay una en particular en la que hayas formado un fuerte vínculo de identidad? Te vas a conocer a ti mismo como esa capa, o tal vez una combinación de capas, ¿quién eres tú? Tal vez eres más parecido a la mariposa atrapada en el juego del viento, y no inmovilizada bajo el vidrio. Tal vez activas tu imaginación para estirarte más allá de los estratos de lo que normalmente se define "a ti mismo", y es en esos momentos breves, pero profundos, en los que se toca la conciencia del Soberano Integral.
Tú mismo es infinito. No se puede definir. Para saberlo, hay que conocer su sombra. Por lo que verdaderamente no puede ser conocido, porque el conocer es facilitado por la mente, y la mente no puede comprender esta presencia pre-cuántica que baila por debajo y por encima de nuestras líneas de visión y el arco de nuestra conciencia humana. Es mejor, tal vez, formar un nuevo axioma. Vamos a darle una frase viva como: YO SOY SOMOS!
James Mahu
James Mahu
