Tenemos la tendencia a identificar la coherencia como alegría, facilidad o vitalidad, pero la coherencia es realmente acerca de la Presencia de la Tolerancia. Esta Presencia se origina en nuestro Centro Espiritual, y requiere que consolidemos y unifiquemos nuestras energías en la quietud del ser donde no hay una segunda intención, ningún esfuerzo para solucionar o resolver - simplemente tolerancia.
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Esta tolerancia es dada al Universo y a la conciencia del Soberano Integral como el corredor a través del cual el Universo puede traer el aprendizaje, manifestar las herramientas, o crear las condiciones para resolver las dificultades de la vida cuando se presentan. En cierto modo, la coherencia es la capacidad de confiar los problemas a nuestro Centro Espiritual sabiendo que al hacer esto, estamos aprovechando las cuatro perspectivas que emanan del Centro Espiritual.
La coherencia no es una simple alineación hacia la felicidad o un estado emocional particular. No se fija en los estados de ser subjetivos en un nivel mental, emocional o físico.
La coherencia es la innata capacidad que proviene de la acción espontánea del "dejar que sea".
Es la pausa que recarga y vuelve a alinear el instrumento humano a su piloto - al Centro Espiritual que es el portal de la Primera Fuente, y el nodo en la red a través del cual todos los seres están conectados al Plan más grande.
A un nivel cuántico, la coherencia es espontánea, libre, no lineal, dinámica, y conectada con el Centro Espiritual del individuo. A medida que fluye dentro del instrumento humano puede transformarse en un azar geométrico y lineal que, en el interior del instrumento humano, rebota como una pelota cuando encuentra una densidad de resistencia u bloqueos energéticos. Con el fin de volver a sincronizarse con el propio Centro Espiritual, es importante tener acceso a sus cuatro estados del ser: facilitación, observación, guía, y co-creación, ya que estos ayudan a crear más de un flujo a través del instrumento humano.
Por lo tanto, la coherencia coloca al individuo en alineación con su Centro Espiritual donde pueda pasar de la mentalidad del "miedo a la pérdida" de los deseos transitorios, al "flujo creativo" de un estado de interconexión y de Unidad.
¿Esto sucede en una noche? No, no para la gran mayoría de la gente, pero si te imaginas cómo el Centro Espiritual opera en tu universo local, puedes comenzar a utilizar sus cuatro perspectivas en los más pequeños detalles de tu vida. Si, en fin, consigues acoplar estas cuatro perspectivas o estados del ser con las seis virtudes de tu corazón, entonces estarás practicando el activismo espiritual en un nivel profundo.